La “tarifa del Intendente”, un anticipo de lo que se viene
22:04 |
El concejal de Libres del Sur, Gabriel Romero hace un análisis crítico sobre el precio del transporte urbano y la necesidad de instalarlo en la agenda ciudadana.
Probablemente no haya en la agenda ciudadana tema del que más se ha hablado y escrito en estos últimos meses que la saga de la tarifa del transporte urbano de pasajeros. A un incremento de la mayoría oficialista en el Concejo que dolió y que por eso recibió el mote de “boletazo” que puso la tarifa en $ 4,95 y $ 5,25 – según sea tarjeta o monedas – le sucedió en principio un trámite ortodoxo. El Intendente Ríos primero promulgó el aumento y luego ordenó su publicación.
Días después se sucede un nuevo capítulo cuando el Ingeniero Ríos se arrepiente y por Resolución produce un “descuentito” de la tarifa llevando a $ 4,68 y $ 5,00 los valores de la tarifa plana.
Lo que vino después fue la incertidumbre de si los empresarios “acatarían” o no la tarifa apenas reducida del Intendente.
Como era de esperar más allá de ambigüedades empresariales, de funcionarios, de concejales oficialistas, es que POR EL MOMENTO RIGE EL DESCUENTITO DEL INTENDENTE.
Lo grave es admitir que ese “POR EL MOMENTO” está lleno de incertidumbre pues depende en consecuencia la tarifa del humor del Intendente y/o del humor de los empresarios del transporte.
Así de caprichoso: pues existe unanimidad de los que algo sabemos de derecho que el Intendente no puede fijar tarifa sino que esto es atribución del Concejo.
Sin embargo, toda esta comedia además de haber irritado y desacoplado a los concejales del oficialismo a los que no le dejaron ser “generosos” es útil para avizorar el futuro bastante próximo.
Efectivamente tal como lo hemos sostenido en repetidas oportunidades la idea central del Intendente Municipal, el ex apoderado de Ersa a cargo de la Secretaría de Transporte y los empresarios del transporte ES QUE LA TARIFA SE INCREMENTE APENAS SE DESLICE UNA PEQUEÑA VARIACIÓN DE COSTOS. Y SE LO HAGA POR RESOLUCIÓN DEL INTENDENTE, SIN PARTICIPACIÓN DEL CONCEJO Y SIN AUDIENCIA PÚBLICA.
Así ha quedado plasmado en el nuevo Reglamento del Transporte aprobado junto al llamado a Licitación del Transporte donde si la variación de costos es menor al 10 % el incremento lo puede resolver el Intendente por sí mismo.
Por eso hemos dicho y el Intendente con este comportamiento antijurídico lo está anticipando que vamos a un escenario DONDE LA TARIFA DEL BOLETO SE AUMENTARÁ CON MUCHA FRECUENCIA, SIN DEBATE, SIN AUDIENCIA PUBLICA, POR LA SOLA VOLUNTAD DEL INTENDENTE MUNICIPAL.
Esto va a ser así lógicamente si finalmente en el expediente de la Licitación que está aún en el Concejo no se rectifica la cuestión por parte del Cuerpo Deliberativo dejando a salvo y en claro que son facultades del mismo la de FIJAR TARIFA.
Si esto no ocurre vamos a un escenario en donde el boleto se incrementará sin discusiones, con frecuencia y por decisión del Intendente de turno. Como si fuera cualquier producto. Como si fuera un paquete de arroz o un pan de manteca.
Probablemente no haya en la agenda ciudadana tema del que más se ha hablado y escrito en estos últimos meses que la saga de la tarifa del transporte urbano de pasajeros. A un incremento de la mayoría oficialista en el Concejo que dolió y que por eso recibió el mote de “boletazo” que puso la tarifa en $ 4,95 y $ 5,25 – según sea tarjeta o monedas – le sucedió en principio un trámite ortodoxo. El Intendente Ríos primero promulgó el aumento y luego ordenó su publicación.
Días después se sucede un nuevo capítulo cuando el Ingeniero Ríos se arrepiente y por Resolución produce un “descuentito” de la tarifa llevando a $ 4,68 y $ 5,00 los valores de la tarifa plana.
Lo que vino después fue la incertidumbre de si los empresarios “acatarían” o no la tarifa apenas reducida del Intendente.
Como era de esperar más allá de ambigüedades empresariales, de funcionarios, de concejales oficialistas, es que POR EL MOMENTO RIGE EL DESCUENTITO DEL INTENDENTE.
Lo grave es admitir que ese “POR EL MOMENTO” está lleno de incertidumbre pues depende en consecuencia la tarifa del humor del Intendente y/o del humor de los empresarios del transporte.
Así de caprichoso: pues existe unanimidad de los que algo sabemos de derecho que el Intendente no puede fijar tarifa sino que esto es atribución del Concejo.
Sin embargo, toda esta comedia además de haber irritado y desacoplado a los concejales del oficialismo a los que no le dejaron ser “generosos” es útil para avizorar el futuro bastante próximo.
Efectivamente tal como lo hemos sostenido en repetidas oportunidades la idea central del Intendente Municipal, el ex apoderado de Ersa a cargo de la Secretaría de Transporte y los empresarios del transporte ES QUE LA TARIFA SE INCREMENTE APENAS SE DESLICE UNA PEQUEÑA VARIACIÓN DE COSTOS. Y SE LO HAGA POR RESOLUCIÓN DEL INTENDENTE, SIN PARTICIPACIÓN DEL CONCEJO Y SIN AUDIENCIA PÚBLICA.
Así ha quedado plasmado en el nuevo Reglamento del Transporte aprobado junto al llamado a Licitación del Transporte donde si la variación de costos es menor al 10 % el incremento lo puede resolver el Intendente por sí mismo.
Por eso hemos dicho y el Intendente con este comportamiento antijurídico lo está anticipando que vamos a un escenario DONDE LA TARIFA DEL BOLETO SE AUMENTARÁ CON MUCHA FRECUENCIA, SIN DEBATE, SIN AUDIENCIA PUBLICA, POR LA SOLA VOLUNTAD DEL INTENDENTE MUNICIPAL.
Esto va a ser así lógicamente si finalmente en el expediente de la Licitación que está aún en el Concejo no se rectifica la cuestión por parte del Cuerpo Deliberativo dejando a salvo y en claro que son facultades del mismo la de FIJAR TARIFA.
Si esto no ocurre vamos a un escenario en donde el boleto se incrementará sin discusiones, con frecuencia y por decisión del Intendente de turno. Como si fuera cualquier producto. Como si fuera un paquete de arroz o un pan de manteca.
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